Los pacientes que padecen isquemia de las extremidades inferiores, lesiones de los nervios y vasos periféricos ya no tienen necesidad de someterse a un tratamiento prolongado. Al cabo de dos meses se recobra la elasticidad de los vasos. La operación consiste en una inyección que dura no más de una hora. En cambio el período de restablecimiento se reduce sustancialmente. Las células grasas salvan a las personas con las extremidades enfermas de caer en la invalidez.
La tecnología de la operación que se práctica en el Hospital Clínico Republicano es la siguiente: al paciente le toman un fragmento del tejido graso, en el laboratorio extraen concentrado celular y ese mismo día lo inyectan en el sector afectado. La operación dura no más de una hora. El concentrado funciona como una fábrica moderna: desprende sustancias biológicas activas para la pronta recuperación del organismo.
Se trata de un nuevo fenómeno en el tratamiento del nervio periférico. Tanto en Rusia como en otros países este tema aún no ha sido estudiado. Para el tratamiento de semejantes lesiones y enfermedades en el mundo se utilizan las células madre.
En Tatarstán decidieron reflexionar de forma más amplia. El concentrado que se obtiene de los tejidos grasos contiene no solo células madre. En ello reside la novedad y el secreto del éxito. El concentrado no provoca rechazo, reacciones alérgicas ni produce tumores cancerígenos.
En la república los resultados del tratamiento realizado a medio centenar de pacientes sorprendieron a los especialistas.
En esta tecnología no se realizan manipulaciones adicionales con las células madre, porque biológicamente son bastante seguras. Como resultado, el concentrado celular del tejido graso literalmente pone de pie a los pacientes, que ya no confiaban en caminar con seguridad. Y aquellos que tenían los dedos inmóviles e insensibles, después de la operación pueden dar un apretón de manos al médico.